En España, Madrid

El mirador de las Vistillas

Elegir una única panorámica de Madrid resulta muy complejo, pero llegado el caso seguro que acertaríamos al asomarnos al mirador de las Vistillas (plaza Gabriel Miró), junto al Viaducto de la calle Bailén. Realmente no es panorámica, pero nos encontramos en el Madrid de los Austrias y es una delicia sentarse en su terraza y tomarse algo al atardecer mientras se contempla la sierra al fondo y uno de los cielos más bellos del mundo.

Hotel Only You Atocha

La orientación sur del ‘rooftop’ del hotel Only You Atocha ofrece unas vistas poco habituales en Madrid, desde uno de los puntos más interesantes de la ciudad para quedar y tomar algo. Y, además, frente a la mítica estación de Atocha. Los domingos hay un ‘brunch’, la excusa perfecta (paseo Infanta Isabel, 13).

El faro de Moncloa

Dejamos por un momento las azoteas para subir al único mirador ‘ad hoc’ de Madrid. El faro de Moncloa no es demasiado conocido y muchos madrileños y visitantes jamás han subido a esta especie de pirulí con forma de platillo volante junto a la Ciudad Universitaria. Pero ofrece una vista de 360 grados —a 92 metros de altura— que incluye muchos puntos emblemáticos de la ciudad: el Palacio Real, la Catedral de la Almudena, el edificio de Telefónica en la Gran Vía, las Cuatro Torres, la Casa de Campo… Hay que pagar tres euros para subir y se llega cómodamente en metro (estación de Moncloa; líneas 3 y 6. Avenida de la Memoria, 2).

Generator Madrid

La terraza más fresca del centro de Madrid, y casi la última en llegar, está en lo alto del Generator Madrid, ‘hostel’ de diseño que abre su terraza a huéspedes y visitantes desde el desayuno a los cócteles vespertinos, pasando por un picoteo a medio día con toques españoles y mexicanos. Ambiente joven y viajero a un paso de la Gran Vía (San Bernardo, 2).

Teleférico

Un clásico para contemplar la ciudad desde las alturas es el Teleférico. Las vistas no son especialmente espectaculares, pero sí ofrece un paseo aéreo muy agradable sobre el pulmón verde de Madrid, la Casa de Campo. Lleva en funcionamiento casi 50 años y realiza un trayecto de unos 11 minutos, en cabinas para 5 o 6 personas, entre el paseo de Pintor Rosales y la estación ubicada en el interior de la Casa de Campo. Otra ventaja: se puede subir con bicis y con mascotas, así que también es una forma estupenda de llegar a la Casa de Campo. Reabrirá en marzo, tras un periodo de trabajos de mantenimiento.

Desde las Cuatro Torres

La atalaya que proporciona las vistas más amplias e impresionantes de Madrid está en cualquiera de los cuatro rascacielos que han elevado la altura del perfil urbano de la ciudad. Para poder disfrutarlas podemos alojarnos en el hotel Eurostars Madrid, en la torre PwC, o bien reservar una mesa en su restaurante Volvoreta (en la foto), ubicado en la planta 30, a 224 metros de altura. La vista panorámica es realmente única, con la ciudad a nuestros pies y la sierra de Guadarrama casi al alcance de la mano. (paseo de la Castellana, 259B).

Espacio Gourmet Experience

No es el más alto de los miradores de Madrid, pero tiene algo que nadie más comparte: una panorámica (en primera fila) de uno de los emblemas de la capital, el cartel de Schweppes del edificio Carrión. Además, acceder a este espacio es completamente gratis y solo hay que subir en ascensor hasta la novena planta de El Corte Inglés de Callao, lleno de delicatesen para comprar o para degustar allí mismo.

Nuevo mirador en el Retiro

Uno de los puntos de observación más desconocidos en Madrid, a pesar de estar a la vista de todos, es la torre del monumento de Alfonso XII, junto al estanque del Retiro, que desde hace poco admite visitas. Ofrece vistas inéditas del perfil urbano de la ciudad desde un punto muy céntrico, así como del gran parque madrileño. Las visitas son gratuitas —hay que solicitar reserva previa— los sábados por la mañana y miércoles por la tarde, y se realizan junto a un guía especializado.

Mirador Madrid

Otra buena opción para hacer fotos aéreas de Madrid está en la plaza de Cibeles: el antiguo Palacio de Correos, actual sede del Ayuntamiento, cuenta con una terraza abierta al público en la sexta planta y vistas de 360 grados desde un mirador de pago (3 euros), en el octavo piso de la torre central, desde donde podremos contemplar los elegantes edificios triangulares de la confluencia entre la calle Alcalá y la Gran Vía. Un buen lugar para una pausa escenográfica entre visitas a museos y paseos de compras.

La azotea del Círculo

Es una de las terrazas más famosas de la ciudad, en la séptima planta del edificio del Círculo de Bellas Artes. Las vistas son fantásticas, de esas que todos buscamos como recuerdo de Madrid: una panorámica de la Gran Vía, la plaza de Cibeles, el Palacio de Correos, la Puerta de Alcalá y el inicio del paseo de la Castellana. Se puede subir a la terraza (la entrada cuesta 4 euros) para ver las vistas y, de paso, tomar algo en su zona ‘chill out’ o quedarse a cenar en el restaurante Tartan Roof. (Calle de Alcalá, 42).

Terraza Gymage

No ofrece vistas panorámicas, pero la Terraza Gymage sí nos eleva sobre el abigarrado centro de Madrid. A un paso de la Gran Vía, este espacio multifuncional en el edificio de los antiguos Cines Luna incluye un hotel ‘boutique’, un restaurante, gimnasio, teatro y, por supuesto, esta terraza ‘lounge’ abierta desde las 12.00 del mediodía hasta la madrugada. Cuenta con barra de coctelería, que también sirve batidos y cafés durante todo el día (Luna, 2).

The Hat Hostel

Un buen descubrimiento dentro del terraceo que ofrece el castizo centro de Madrid es la azotea del moderno ‘hostel’ The Hat, sin demasiadas pretensiones, pero con buenas vistas sobre los tejados del barrio de La Latina. Abierta a huéspedes y visitantes, propone ambiente divertido, cañas bien frías y rico picoteo, todo en una atmósfera muy bohemia. Lo más difícil: conseguir una mesa (Imperial, 9; metro La Latina, línea 5).

Hotel de las Letras

Una de las terrazas clásicas entre los hoteles de la Gran Vía es Ático 11, en la séptima planta del Hotel de las Letras, que desde el próximo 20 de marzo ofrece música y puestas de sol inolvidables en el centro de la ciudad. Una buena desconexión a solo unos metros (de altura) de la renovada arteria madrileña (Gran Vía, 11).

Terraza del Óscar

En pleno barrio de Chueca, la azotea del hotel Room Mate Óscar anima las noches veraniegas de Madrid, como un auténtico y vespertino oasis urbano en torno a una agradable piscina, decoración ‘lounge’, camas balinesas, tumbonas y una amplia barra. Y las vistas, claro: una panorámica 360 de los tejados madrileños (plaza de Pedro Zerolo, 12).

Fuente: El viajero (diario el país)

Últimas entradas